Viernes 8
Fue un día aburrido, y muy malo, todo comenzó al ir a la escuela, me desperté con ganas de seguir durmiendo, a duras penas, logré despertar, me vestí (flojito pero cooperando), desayuné, huevos revueltos, tomé mi mochila, subí al carro de la familia y me dirijí a la escuela.
En la escuela, mi único pensamiento era en relación con los exámenes, sólo podía pensar en el sufrimiento que me han causado, las veces que me han hecho discutir con mi familia, el tormento que ha azotado mi vida gracias a ellos, me separan cada vez más de mis seres queridos.
Para hacerlo peor, las tareas que entregué no eran suficiente, no cumplían las expectativas de las maestras, lo único que sentía era las quemaduras de la vida.
Sábado 9
Cuando fui a mi curso de francés, me encontraba más nervioso que preso en la silla eléctrica, había presentado un examen final, el cual esperaba haber aprobado para pasar de módulo, pero como tengo la suerte de un pavo obeso en navidad, salí con una baja calificación, reprobado, me sentí impotente, como el peor, la persona más desafortunada del mundo, pero no fui el único. Tras entregar las calificaciones, hicimos un "convivio", en otras palabras, vimos películas, y por "vimos" me refiero que mis compañeros vieron, yo estaba decidido a no quedarme con esa calificación, así que hice un acuerdo con la directora para que me permitiera volver a presentar, ya que de no hacerlo, tendría que repetir o regresarme un módulo.
Domingo 10
Lo único que hice fue: terminar mis tareas, ver youtube y flojear.